El hombre que esta semana fue liberado por la Justicia de Corrientes contó cómo es su nueva realidad y quiere volver a empezar. Hoy, pide ayuda a la comunidad para conseguir un trabajo y sostener a su familia.
C. es el hombre que esta semana recuperó la libertad tras matar a un ladrón que, de forma reiterada. En contacto con el cronista de este medio, afirmó que su mayor miedo es que presente su curriculum vitae en algún lugar y no lo llamen de ningún lado por lo ocurrido.
Su abogado Gustavo Briend ya anticipó que mediaría con su anterior empleador para que pueda reincorporarlo o llegar a algún arreglo. El joven estaba en blanco y trabajó durante tres años. Al momento del despido, no recibió ningún tipo de liquidación final. “En ningún momento le fallé”, señaló sobre su trabajo en la pollería.
C. tiene conocimientos de talabartería, carpintería, herrería y albañilería. También sabe manejar y se desempeñó como empleado de una panadería: “Me sé desempeñar solo y me adapto rápido”, señaló visiblemente conmocionado.
Su familia está compuesta por su esposa, quien durante el tiempo que estuvo detenido, hacía tortaparrilla y otras comidas para vender. “Ponemos moneditas entre todos para compartir un guiso con la familia”, sostuvo.
C. sostuvo que se mudó del barrio Ongay donde vivía y sus hijos tuvieron que dejar la escuela. “Eran amenazados por todos los del barrio”, afirmó. Y contó que actualmente está en la casa de un familiar que lo está ayudando.
Cabe señalar que ni él, ni su familia no cuentan con ningún tipo de seguridad y no recibe tratamiento psicológico: “A la noche no duermo bien, todo el tiempo pienso que fue un error y un horror. Estoy destruido y con mucha amargura, porque pasé de tener todo a no tener nada”, añadió con mucho dolor.
Además, dijo que él que nunca tuvo una causa “estaba encerrado y los chorros que entraban a robarme estaban todos sueltos”.
